Entrevista a Teloncillo Teatro

Teloncillo es una compañía vallisoletana, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2013, que actualmente cumplió 54 años de actividad teatral. Desde hace casi 30 años, sus proyectos artísticos están dedicados en exclusiva a los niños y niñas.

Cuenta con tres equipos artísticos multidisciplinares que trabajan para diferentes edades, con temáticas y tratamientos novedosos.

La poesía, las canciones y la música en directo, unidas al cuidado y la magia de sus propuestas y a la colaboración de grandes artistas y creativos, constituyen su sello de identidad.

¿Cómo surgió Teloncillo Teatro?

Allá por el año 68 del siglo pasado, Teloncillo Teatro dio sus primeros pasos de la mano de gente amante y muy aficionada al arte escénico pero fue en 1974 cuando “profesionalizaron” su andadura con autores, espectáculos, colaboradores, músicos y artistas que arrancaron lo que otros hemos heredado y es una manera muy comprometida de dirigirnos al público, no escatimando recursos, contando con los mejores del oficio, siendo muy asociativos, colaborativos, preparando a conciencia cada detalle, dando libertad creativa a cada artista, siendo serios en los planteamientos empresariales y muy creativos escénicamente.  De hecho en aquellos inicios hubo gente muy conocida en Valladolid y en la escena nacional como Eduardo Usillos, Fernando Urdiales,  Javier Semprún, Manolo Sierra y un largo etc…

 ¿Cómo definirías vuestro proceso creativo para dar vida a vuestras obras de teatro?

No tenemos un “único modelo” nos gusta no acomodarnos para no repetirnos. Para ello siempre empezamos con lo que queremos contar: el tema, la historia. Cuando creemos que un director puede entrar a desarrollar ese tema o esa historia nos ponemos en contacto con él; hemos contado con varios directores muy valiosos y reconocidos en la escena nacional e internacional: Eduardo Zamanillo, Claudio Hochmann, Juan Carlos Moretti, Marcelo Díaz, que dada su doble faceta de directores-dramaturgos, en muchas de las ocasiones ellos han escrito o han reescrito la historia planteada. Somos muy partidarios de buscar estas colaboraciones para que, según cada uno, los planteamientos creativos cambien y sorprendan. Se trata de aprender y crecer personal y artísticamente y de llegar al exigente público al que nos dirigimos; los niños y las niñas.

Una clave fundamental está en el equipo creativo porque es el  mismo desde nuestros inicios: el escenógrafo, el diseñador y los constructores que han logrado llevar a escena el espíritu de cada montaje, en algunos casos mejorándolo y elevándolo.

 En cuanto a los espectáculos dirigidos a la primera infancia somos los dos directores de la compañía los que los abordamos junto con estos creativos en un tándem difícil de romper y en el que nos encontramos muy cómodos todos.

Cada espectáculo tiene su impronta, su proceso, sus colaboradores, sus tiempos.

El público infantil exige de más energía que el público adulto, ¿cómo lo hacéis para mantener toda esa energía que derrocháis en el escenario obra tras obra?

Esa exigencia del público nos la aplicamos a nosotros mismos, pero con control y sin “excesos”. No queremos que nos arrastren a terrenos “fáciles” nos gusta disfrutar de los estremecedores silencios que nos motivan más que las partes más lúdicas o participativas. La participación la planteamos muy medida para que no haya desmadre y se apropien del espacio escénico y del propio espectáculo. Así que todo debe estar muy medido y muy controlado por nuestra parte para que seamos nosotros los dueños de esos maravillosos momentos que nos proporciona captar su atención e interés.

El verdadero reto es hacer buenos espectáculos con una música en directo muy elaborada y pensada, con objetos que capten su atención, una interpretación natural con mucha complicidad entre nosotros y con el público. Con cambios de ritmos y sonidos que capten su atención. El objetivo es que nos acompañen y ayuden a completar el espectáculo que nosotros planteamos. Es un juego muy “serio” pero que nos gusta y divierte en la misma proporción que queremos que a ellos les guste y sobre todo les interese. 

Lleváis 50 años de actividad teatral, imagino que habréis pasado por diferentes etapas como en toda vida profesional. ¿Hay alguna que recordáis con más cariño?

En tantos años se acumulan muchos momentos y recuerdos imborrables.

Recordamos los inicios con muchas dudas, mucha pasión por la escena y por la vida, mucha juventud, muchas ganas pero sin un duro para llevar a cabo lo que realmente queríamos pero que con el tiempo sentimos que lo logramos. Lo más satisfactorio ha sido viajar, conocer mundo fuera de nuestras fronteras, el apoyo de familiares, amigos, programadores incondicionales, Ferias y Festivales que nos han apoyado desde nuestros inicios. El haber crecido y aprendido junto a maravillosas personas con las que hemos compartido pedacitos de arte y de vida; como Eduardo Zamanillo, Juan Carlos Moretti, Claudio Hochmann, Valle Sara, Marieta Monedero, Lola Eiffel, tantos y tantas que no vamos a enumerar aquí porque son muchas y lo mejor es que ellas lo saben, entre ellos todos los actores, actrices, músicos, bailarines…

 ¿Os habéis planteado en algún momento realizar teatro para adultos?

Si pero se quedó ahí porque nos hemos empleado a fondo con los pequeños espectadores a los que tanto debemos.

¿Tenéis algún proyecto a la vista actual o futuro que encaréis con especial ilusión?

Después de la pandemia hemos tenido una especie de estrés creativo porque acabábamos de estrenar dos espectáculos; “ALICIA” con la técnica del vídeo mapping y La Cocina para la primera infancia. En la pandemia salimos con un “Concierto Teatralizado” y después con ALETAS en colaboración con el Quinteto Respira y la bailarina Silvia Pérez Báscones. Empezamos el año con “Coser y Cantar”. Cinco espectáculos en 3 años son muchos así que este año, con todos ellos esperamos movernos, de hecho, este 25 de agosto nos vamos con Coser y Cantar a Ciudad Rodrigo.

Te confesamos que estamos pensando en el siguiente pero estamos en los inicios porque en este mundo no se para de crear para seguir conectados e ilusionados.

¿Cómo observáis el panorama teatral en Castilla y León?

Como pertenecemos a ARTESA, que es la asociación de empresas profesionales de la Comunidad conocemos de primera mano lo que se está haciendo artísticamente y es un momento muy rico en este sentido.

Institucionalmente todo es mejorable porque somos empresas muy sensibles. Con mucha intermitencia, poco estabilidad y mucha fragilidad. Debería haber mucha más definición y claridad en las políticas culturales.

Desde ARTESA se están haciendo cosas conjuntas con la Junta de Castilla y León pero se podían hacer muchas más porque tenemos ejemplos en otras comunidades y están funcionando.

¿Cómo definiríais al público vuestra compañía, vuestras obras y por qué no pueden perderse los peques de casa vuestra próxima obra?

El público es el motor de nuestro trabajo, sin ellos no tiene sentido. Lo queremos y respetamos en la misma medida que lo necesitamos.

Nuestro público es muy fiel, viene a vernos y repite. Nos ven en Valladolid y vienen a vernos a Laguna de Duero.

 

Nuestra permanencia a lo largo de 10 años en el Desván del teatro Calderón es gracias a los apoyos del ayuntamiento de Valladolid pero gracias al público que acude, vuelve y se renueva cada año.

Los que no hayan visto Coser y Cantar saben que Teloncillo teatro les va a ofrecer un espectáculo de calidad. El tema es muy jugoso y da mucho de sí. Así que, si quieren pasar un buen momento y tener una experiencia positiva con sus hijos, no deben perderse nuestra última propuesta porque “No damos puntada sin hilo”, “No perdemos el hilo” y llegado el caso “Hilamos fino” porque ellos no se merecen menos.

Aprovechamos para dar infinitas gracias al público de Laguna de Duero y a la Casa de las Artes por contar con nosotros y hacernos sentir como en casa cada vez que vamos, con ese equipo técnico tan profesional y amoroso.

¿Cómo definiríais al público vuestra compañía, vuestras obras y por qué no pueden perderse los peques de casa vuestra próxima obra?

El público es el motor de nuestro trabajo, sin ellos no tiene sentido. Lo queremos y respetamos en la misma medida que lo necesitamos.

Nuestro público es muy fiel, viene a vernos y repite. Nos ven en Valladolid y vienen a vernos a Laguna de Duero.

Nuestra permanencia a lo largo de 10 años en el Desván del teatro Calderón es gracias a los apoyos del ayuntamiento de Valladolid pero gracias al público que acude, vuelve y se renueva cada año.

Los que no hayan visto Coser y Cantar saben que Teloncillo teatro les va a ofrecer un espectáculo de calidad. El tema es muy jugoso y da mucho de sí. Así que, si quieren pasar un buen momento y tener una experiencia positiva con sus hijos, no deben perderse nuestra última propuesta porque “No damos puntada sin hilo”, “No perdemos el hilo” y llegado el caso “Hilamos fino” porque ellos no se merecen menos.

Aprovechamos para dar infinitas gracias al público de Laguna de Duero y a la Casa de las Artes por contar con nosotros y hacernos sentir como en casa cada vez que vamos, con ese equipo técnico tan profesional y amoroso.